Aceites
Un aceite prensado en frío es aquel que guarda las mismas características biológicas que tenía cuando se encontraba en su envase original "la semilla o el fruto".
A partir de la revolución industrial, se fueron utilizando métodos de extracción de aceites más sofisticados: calentando las semillas y lavándolas con solventes derivados del petróleo se lograron altos niveles de rendimiento con el consiguiente abaratamiento del producto final. Esto transformó al aceite, de un alimento esencial, altamente nutritivo, multivitamínico, en un mero aporte calórico, una substancia desvitalizada, en muchos casos perjudicial para la salud.
La extracción de aceites prensados en frío se sigue realizando hoy en día en forma simple y artesanal.
La semilla se descascara parcialmente y se limpia mediante ventilación y zarandeo para eliminar impurezas. Una vez limpia, se la lleva a la prensa.
En los primeros días, posteriores al prensado, el aceite se decanta en tanques de acero inoxidable, luego se filtra a través de elementos descartables de algodón y se envasa en botellas de vidrio oscuro para evitar su oxidación por acción de la luz. El refinado se torna innecesario y el aceite conserva el suave sabor propio de la semilla de la cual proviene.
Para que el aceite prensado en frío sea sano, además, debe proceder de semillas de cultivo orgánico y, éstas, almacenarse en silos provistos de sistemas de aireación que permitan optimizar su conservación y frescura.
Por estar elaborado con materia prima orgánica certificada por organismos autorizados, por ser extraído mediante procedimiento artesanal de reducido rendimiento y tener un envase que lo resguarde de la luz, este tipo de aceites llega al consumidor con un valor diferencial.
Deberemos tener en cuenta que los diversos aceites elaborados mediante primera presión en frío (girasol, lino, sésamo, germen de trigo, etc.), con sus propiedades individuales, no sólo son aderezos para las comidas y aporte calórico, sino un alimento esencial ya que aporta nutrientes que el organismo no puede elaborar por sí mismo a partir de otras sustancias. Estos nutrientes son la vitamina E o tocoferol y los ácidos grasos poliinsaturados.
El aceite prensado en frió es alimento vital y terapéutico
BENEFICIOS DEL CONSUMO DE ACEITE DE OLIVA:
1 Mejora la circulación de las piernas
El aceite de oliva virgen mejora la circulación del flujo sanguíneo y previene las molestias al caminar.
2 Es excelente para una piel joven
También tiene virtudes cosméticas. Ayuda a hidratar, revitalizar, nutrir, purificar y alisar el rostro.
3 Ayuda a reducir el colesterol
Gracias a su contenido de ácidos grasos monoinsaturados, ayuda a reducir los niveles de colesterol malo (LDL), así como los triglicéridos.
4 Mejora el nivel de azúcar en la sangre
Es excelente para los diabéticos porque una cucharadita es muy útil para controlar la glucosa en la sangre.
5 Tiene propiedades antiinflamatorias
Un estudio del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba (España) atribuye este nuevo efecto beneficioso del aceite de oliva, al menos en parte, a su alta riqueza en micronutrientes, y aunque en la actualidad desconocen el efecto de la mayoría de ellos, apuntan la posibilidad de que actúen por un efecto directo, similar al de los fármacos antiinflamatorios.
6 Poderoso atioxidante
Se ha comprobado que consumir aceite de oliva previene la muerte celular, debido a sus componentes atioxidantes como los fenoles, que atenúan el envejecimiento, mejoran las funciones cognitivas y previenen enfermedades como el Alzheimer.
7 Favorece la absorción de calcio
Ayuda a la adecuada absorción de calcio y minerales como fósforo, magnesio y zinc, gracias a lo cual, tiene un efecto protector y tónico sobre el cabello y uñas.
8 Es bueno contra la hipertensión
Es efectivo para controlar la hipertensión, también favorece el tratamiento de las enfermedades del corazón, estimula la digestión, mejora las funciones de la vesícula biliar y previene ciertos tipos de cáncer.